Se irán añadiendo nuevas predicaciones con regularidad.

UNA VIDA DE FE


“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible” (Marcos 9:23)

La palabra “creer” nos habla de seguridad absoluta, de certeza, de confianza en algo o en alguien, en definitiva, de fe.

Dios está demandando hoy, en nuestros días, una confianza en Él del 100 %. La fe es necesaria, sin fe no se puede creer.

¿Qué significa para ti creer?

En este mundo de tecnología, no hay aparatos para medir la fe, pero sí existe un aspecto en el que Dios prueba tu fe y es ahí donde tenemos que desechar todas nuestras dudas, y ese “medidor” de fe son las pruebas, los problemas. Pasamos la prueba cuando los problemas que enfrentamos los miramos bajo la perspectiva de Dios.

Al tener fe, nos apropiamos de los beneficios que vienen del cielo.



La fe no debe ser variable, unos días con mucha fe y al día siguiente una fe que ha menguado; en toda circunstancia, en el desierto debes saber que no estás solo, la actitud del cristiano debe ser una actitud y una vida de victoria, a pesar de las circunstancias, porque tiene su fe depositada en Dios.

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1

Si no tienes fe, pídela a Dios, Él te la dará, el padre que acudió a Jesús con su hijo, en la historia de Marcos 9 pidió ayuda en su incredulidad.
“E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad” Marcos 9:24

Eleva a Dios hoy esta oración si te falta fe.

La fe debe poseer tres ingredientes esenciales:

1.- Conocimiento.- Conocer la Palabra de Dios te lleva necesariamente a tener fe, pues la fe viene por oír la Palabra, y no solo oír, conocer, sino que debes tomar posesión de esa Palabra para tu vida, hacerla real para ti.

2.- Confianza.- Seguridad, certidumbre, que lo que Él ha prometido, sin duda, lo cumplirá.

3.- Saber que la Palabra de Dios permanece para siempre, y que lo que está escrito en ella, se ha cumplido y se cumplirá.

Existe una diferencia entre  “creer en Dios” y “creerle a Dios”, muchas personas creen en Él, más no creen a lo que Él dice en su Palabras, pues si le creyeran, obedecerían su Palabra, ya que la falta de obediencia indica falta de fe, de confianza en Dios.

Se cuenta la historia de un niño que fue a volar su cometa, y la cometa volaba alto, alto, sujeta por la cuerda que el niño podía sentir en su mano, de pronto, una nube se colocó delante de la comenta y ésta desapareció de la vista. Un hombre se acercó al niño y le preguntó: ¿qué haces? - vuelo mi cometa – contestó el niño, a lo que el hombre respondió ¿cuál cometa? yo no veo ninguna comenta.

La respuesta del niño fue: No ve la comenta (la tapaba la nube), pero yo se que está ahí, pues siento la cuerda en mi mano.

¡Qué respuesta la de este niño!, de igual manera, hay situaciones en las que quizá no veas a Dios cerca, pero no dudes que Él está.

La promesa dada en Marcos 9:23 al padre que trajo ante Jesús a su hijo, con un espíritu mudo, fue “al que cree todo es posible”. Esta promesa es una promesa condicional, es decir, existe una condición, un requisito para que esa promesa sea cumplida, y ese requisito es CREER. Así cuando eleves una oración a Dios, hazlo con fe, la oración debe levantarse con fe, y depositarse en la voluntad de Dios. Si dudas en tu corazón, nada pasará, pero al que cree TODO le es posible.

Recibe hoy la fe como un don de Dios, Él la implanta en el corazón de los que le buscan con sinceridad.


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